lunes, 27 de febrero de 2012

Repelente

"No es que este decepcionado" se dijo a si mismo. "Hay ciertas cosas que a uno lo repelen". Cerró el libro con fuerza y lo guardo en el cajón. Cajón que evitaría a partir de ahora. 
Ese libro está escrito y estuvo ahí siempre, no le llamo nunca la atención hasta que lo leyó solo para dar gusto a las personas que insistían que valía la pena su lectura . Le tomó sabor de a poco y con el tiempo, como un buen vino, se volvió agradable al paladar, sin atraparlo del todo pero atento a su mirada. Ese libro definitivamente no era lo que esperaba, y "como siempre", se dijo, "mejor seguir el instinto que guiarse por la masa. Ese párrafo repele, por lo menos a mi. Un buen libro no puede tener esas lineas en su interior".
Tiró la llave, se dirigió a su biblioteca, ubicó un libro de su agrado y siguió leyéndolo desde donde lo había dejado la última vez. 

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