Ese libro está escrito y estuvo ahí siempre, no le llamo nunca la atención hasta que lo leyó solo para dar gusto a las personas que insistían que valía la pena su lectura . Le tomó sabor de a poco y con el tiempo, como un buen vino, se volvió agradable al paladar, sin atraparlo del todo pero atento a su mirada. Ese libro definitivamente no era lo que esperaba, y "como siempre", se dijo, "mejor seguir el instinto que guiarse por la masa. Ese párrafo repele, por lo menos a mi. Un buen libro no puede tener esas lineas en su interior".
Tiró la llave, se dirigió a su biblioteca, ubicó un libro de su agrado y siguió leyéndolo desde donde lo había dejado la última vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario